Son muchas las incógnitas que suscita la nueva normalidad. El Consejo General de Dentistas se ha visto obligado a desmentir todas aquellas informaciones que relacionan el mal aliento, al uso de la mascarilla. Es más, los dentistas recomiendan el uso de este elemento de protección, más allá de la normativa vigente, como barrera de protección.
Mal aliento, sensación de boca seca o manchas en los dientes, son algunas de las alteraciones bucodentales que se están atribuyendo al uso de la mascarilla. Pero, lo cierto y verdad es que a día de hoy no existe evidencia científica que relacione estas patologías al uso de la mascarilla. Quizás, la mascarilla solo le haya ayudado a detectar un problema de halitosis, debe visitar a su dentista.
¿Por que el mal aliento?
En nuestra cavidad oral se alojan millones de bacterias, que pueden originar mal aliento cuando se acumulan. Estas bacterias no solo se depositan sobre la parte visible de los dientes o la lengua. Las caries o unas encías enfermas favorecen la acumulación de bacterias en lugares donde él cepillado resulta más difícil. De este modo, tenemos mayor probabilidad de desarrollar halitosis.
La saliva también juega un papel fundamental aquí. La halitosis suele ser un síntoma de que tu boca no produce suficiente saliva. Determinadas medicinas, ciertos problemas médicos, el uso de alcohol, tabaco o el exceso de cafeína, provocan problemas de sequedad bucal.
Por último, en un pequeño porcentaje de casos, la halitosis puede ser síntoma de problemas metabólicos o digestivos. Puede ser síntoma de reflujo gástrico, diabetes, o enfermedades del hígado o los riñones.
¿Que relación tiene esto con el uso de mascarillas?
Las mascarillas solo provocan que una parte del aire que expiramos quede durante más tiempo en contacto con nuestro sistema olfativo. Y de ahí que haya personas que piensen que han podido desarrollar problemas de halitosis que ya tenían previamente.
Cabe recordar que las mascarillas denominadas quirúrgicas tiene una vida útil de entre cinco y seis horas. Pasado este tiempo, acumulan igualmente bacterias y suciedad, incluso saliva, que podría generar también mal olor.
Mantener una higiene bucodental adecuada, cepillar los dientes dos veces al día como mínimo, sobre todo por la noche, antes de dormir utilizar hilo dental y enjuague bucal. Y, sobre todo, no se olvide de visitar a su dentista al menos una vez al año. Es la manera mas efectiva de detectar a tiempo problemas dentales y evitar la proliferación de caries.