La ortodoncia invisible, como el sistema Invisalign, se ha convertido en uno de los tratamientos más populares dentro de la odontología estética en los últimos años. Durante la pandemia de COVID-19, la mascarilla se volvió un accesorio esencial para todos y, aunque su uso ya no es obligatorio en muchos contextos, aún sigue siendo habitual en ciertos espacios. Esto ha llevado a muchas personas a aprovechar este momento para iniciar su tratamiento ortodóntico, ya que brackets o alineadores pasan prácticamente desapercibidos.
A pesar de ello, la ortodoncia todavía arrastra algunos mitos. Hay adolescentes que la ven como un inconveniente, adultos que creen que ya “no están en edad” de usarla, o incluso quienes piensan que afecta la forma de hablar. La realidad es que la ortodoncia ha evolucionado enormemente, adaptándose a las necesidades y estilos de vida de pacientes de todas las edades.
No solo estético, sino funcional
Aunque muchos adultos optan por la ortodoncia por motivos estéticos, sus beneficios funcionales son igual de relevantes. Una correcta alineación dental no solo mejora la sonrisa, sino también la salud bucodental y el bienestar general, ayudando a corregir problemas como:
- Mordida incorrecta que dificulta la masticación.
- Dolor de mandíbula o cefaleas por mala alineación dental.
- Mayor riesgo de caries o enfermedades periodontales por dientes mal posicionados.
Aun así, la estética es la principal razón entre los adultos para decidirse por la ortodoncia.
¿Qué debes saber?
El uso de la mascarilla no va a acelerar el tratamiento. Eso sí, va a ser un complemento habitual en nuestras vidas durante mucho tiempo, y con las mascarilla podemos ocultar aún más los brackets o férulas.
“Muchos ven en la mascarilla el impulso definitivo para finalmente alinear sus dientes y mejorar su sonrisa, sin que nadie lo note”