La Planificación tridimensional y de cirugía guiada tiene bastantes beneficios. En este video el doctor Rafael Pla Martínez lo explica en apenas dos minutos. ¿Quieres saber más? De esta manera, conseguimos un postoperatorio prácticamente sin dolor, ni toma de analgésicos, para el paciente que se enfrenta a una cirugía en clínica.
Para realizar esta planificación 3D necesitamos dos archivos tridimensionales o ficheros STL. Por una lado, un modelo STL de la mandíbula, es decir, el tejido duro, para saber cómo se encuentra el hueso de paciente en cuanto al volumen y la capacidad. Y por otro lado, un modelo STL de la boca, que obtenemos mediante un escáner intraoral.
Una vez tenemos estos dos ficheros, utilizamos un programa informático especial para superponer ambos y obtener una información global del estado de la boca del paciente. Hacemos el denominado matching y de esta manera tenemos la información combinada de cómo está el tejido blando, los dientes y el tejido duro o el hueso, del paciente.
Diente virtual: diseño y planificación
De este modo, recreamos un implante dental, que colocaremos en el ordenador en la posición tridimensional exacta. Este implante dental va a encajar perfectamente, de acuerdo al volumen de hueso y encía que tenemos. Además, podemos hacer un encerado digital, en el que colocamos un diente virtual, para ver cómo estaría la emergencia, cómo es la posición del implante dental, en función a este futuro diente que va a llevar encima.
La gran ventaja de poner tener una planificación 3D y realizar así una cirugía guiada es la información. El doctor cuenta con una información muy precisa de la situación del paciente y de lo que se va a a encontrar en quirófano, antes de hacer la cirugía.
En los casos de cirugía guiada, con este programa informativo podemos diseñar una férula por la que el doctor podrá introducir el implante de manera muy precisa, tal y como se ha diseñado en el ordenador. Y en los casos en los que la situación es muy favorable, porque tenemos mucho hueso, y tenemos mucha encía, se puede realizar una cirugía sin colgajo. Es decir, colocaremos el implante a través de la encía sin necesidad de dar ningún punto.
Por ello, la ventaja más importante es la que tiene que ver con el propio paciente. Al ser más precisa, el paciente experimentará un postoperatorio prácticamente nulo, sin apenas dolor, ni analgésicos.