Desde el queso curado hasta el pisto o el vino, muchos de los alimentos tradicionales pueden ser aliados… o enemigos, según cómo se consuman. Por ello, es importante conocer cómo influye la alimentación manchega en tus dientes y encías. A continuación te mostramo aliados o enemigos de la dieta manchega para tu salud dental:
Queso manchego: un aliado para el esmalte

El queso manchego, uno de los productos estrella de la región, puede beneficiar a tu salud dental gracias a su alto contenido en calcio y fósforo, minerales fundamentales para fortalecer el esmalte y prevenir la desmineralización. Además, estimula la producción de saliva, lo que ayuda a mantener el pH equilibrado y protege frente a las caries.
Vino y dulces tradicionales: disfrútalos con moderación
La gastronomía manchega también incluye productos que, consumidos en exceso, pueden afectar negativamente a la boca. El vino tinto, muy presente en comidas y celebraciones, puede manchar los dientes y favorecer la erosión si se consume con frecuencia. Lo mismo ocurre con los dulces tradicionales como los rosquillos, flores manchegas o el famoso alfajor, que contienen alto contenido en azúcar y favorecen la proliferación de bacterias.
Pisto, ajo y verduras: protectores naturales
Platos como el pisto manchego, las berenjenas de Almagro o el uso frecuente del ajo y la cebolla aportan vitaminas, antioxidantes y propiedades antimicrobianas que benefician las encías y ayudan a prevenir infecciones. Este tipo de comidas tradicionales son excelentes aliadas de la salud dental, especialmente si se combinan con una correcta higiene diaria.
En definitiva, la alimentación manchega puede ser compatible con una sonrisa sana, siempre que se mantenga un equilibrio y una buena rutina de higiene bucodental. Nuestra recomendación: disfrutar de nuestra gastronomía con moderación, usar pasta fluorada y acudir a revisiones periódicas.

